Barcelona Portada

Barcelona

Nos encontramos a medianos del siglo XIX, la vida en Ciutat Vella de Barcelona es insostenible: enfermedades, condiciones pésimas y una baja esperanza de vida. Afortunadamente, gracias a Ildefons Cerdà, la ciudad se expande más allá de sus murallas con un nuevo plan urbanístico totalmente revolucionario y futurista para la época. En Barcelona asumiremos el papel de un constructor que trabaja para la expansión de la ciudad. Construir edificios, proyectar calles, trazar líneas de tranvía, etc. Todo lo que la ciudad necesita para crecer. Incluso podremos explorar el modernismo, un nuevo estilo artístico que ha ido ganando popularidad entre la gente rica.

Ficha Técnica

Jugadores: 1 – 4
Duración: 60 – 90 minutos
Edad: 14+
Complejidad: Media – Alta
Idioma: Catalán y Castellano
Género: Eurogame
Autor: Dani Garcia
Ilustración: Aleksander Zawada
Editorial:
PVP: 60€

¿Cómo se juega?

Opinión personal

Barcelona, un juego de Dani García, con el que ganó el premio al mejor autor novel del festival DAU 2023 y también el premio un jamón como mejor juego no-devir el mismo año. Un eurogame que recrea una parte importante de la historia de la ciudad condal y ahora podremos disfrutarlo en nuestras mesas. Para hacer la reseña he utilizado una copia en catalán y castellano de la editorial Maldito Games.

Diseño y Componentes

Barcelona es un juego que enamora desde su portada. Una panorámica de la ciudad desde la Av. Gaudí es el primer mensaje de lo que encontraremos en su interior: un conflicto entre el plan Cerdà y el Modernismo de Gaudí. Temáticamente hablando, los componentes que encontramos dentro del juego están muy bien representados tanto con la ciudad como con el contexto histórico que representan. Destacaría las fichas de panot, una icónica representación de Barcelona que no podía faltar al pasear por el Eixample. Como último aspecto de la parte artística, la presencia del trencadís en los marcos de títulos, tableros y secciones del juego en general, es otra delicia dentro del marco conceptual del juego. Cada detalle que se puede observar es una maravilla.

Sobre el reglamento, quisiera destacar la gran cantidad de notas que nos permiten situarnos en el contexto del juego y entender cómo eran las cosas en esa época y cómo se han asociado en las mecánicas del juego. En cuanto a dudas y explicaciones, está bien y no deja lugar a lagunas legales ni a cosas sin explicar.

Entrando en materia dentro del juego y hablando de la simbología, en general me gusta, es clara. Sin embargo, no me convencen algunos objetivos de las fichas de Cerdà y Modernismo que pueden llevar a la confusión. Requieren consultar el reglamento para entenderlos completamente.

En cuanto a los componentes, no tengo ninguna queja. Troquel grueso y rígido para los tableros. Las fichas también están bien acabadas. No parece que vayan a estropearse con el uso. Hubiera agradecido que las fichas de ciudadanos fueran de madera para mezclarlas mejor sin temor a la fricción.

Mecánica

Barcelona se caracteriza por ser una ensalada de puntos, pero todo lo contrario en cuanto a las mecánicas. Son pocas pero muy bien marcadas: Colocación de trabajadores, colocación de losetas, un poco de gestión de recursos y objetivos de final de partida. Vamos a detallarlas.

La colocación de trabajadores se encuentra al iniciar nuestro turno, donde debemos elegir la intersección en la que colocar los ciudadanos que nos permitirán realizar las dos (o tres si los situamos en la Av. Gaudí) acciones en ese turno. Eso es todo. También importará en qué orden colocamos los dos ciudadanos, sobre todo para después poder edificar en el Eixample y ganar puntos y hacer (in)feliz a Cerdà.

Es en este punto donde entra la colocación de losetas. Si podemos construir, estaremos obligados a hacerlo. Lo haremos según los objetivos y las bonificaciones que estén en juego. Adicionalmente, también encontrarás la mecánica de colocación de losetas con las fichas de calle e intersección. Las de calle nos servirán para agilizar nuestro tranvía, rascar algunos puntos adicionales y también para obtener ese recurso que nos falta para el combo perfecto. El tranvía nos permitirá dejar pasajeros y realizar esa acción que no queremos o no podemos invertir un turno completo colocando los ciudadanos en la intersección. Por su parte, las fichas de intersección serán una fuente pasiva de ingresos si las ubicamos donde luego se jueguen más ciudadanos.

Finalmente, los objetivos de final de partida, o de ronda según lo que estemos puntuando, serían uno de los aspectos más innovadores y un sello distintivo de Dani. Lo más innovador que encuentro en Barcelona es la personalización de los objetivos personales más allá de poder elegir cuáles te pueden beneficiar y tomarlos del mercado con su acción correspondiente. La guinda del pastel está en poder hacer que estos objetivos de tu tablero personal o del tablero central se multipliquen y sean la principal fuente de ingresos de puntos si se resuelven satisfactoriamente. Multiplicar por 2, 3 o 4 un objetivo nos permitirá magnificar una de las ramas que ofrece el juego. Elegir la adecuada ya es cosa de cada uno.

Experiencia

La experiencia que he tenido jugando a Barcelona ha sido muy diversa según el número de jugadores. Una partida a 2 personas permite un margen de maniobra mayor, ya que tienes más turnos antes de que acabe la partida. Las puntuaciones también serán mayores y disminuirán a medida que añadimos jugadores. Además, la duración de la partida es menor en comparación con juegos de una dificultad similar y el ritmo de juego es muy alto y sin descanso. Un constante ir y venir.

Lo más interesante de la experiencia es cuán bien tematizadas están las mecánicas de las acciones con la época en que está ambientado el juego. La sensación de transformar los campos de patatas en el Eixample es real (al menos siempre la he tenido cuando he jugado) así como cada detalle que encontramos en el juego. El conflicto Cerdà – Modernismo también es un punto constante presente en el juego, donde nos hará tomar decisiones determinantes.

Dejamos de lado la ambientación del juego y hablamos exclusivamente de lo que nos ofrece a nivel lúdico. Barcelona es un juego amigable con los jugadores, ya que todo lo que hacemos durante el turno nos reportará puntos y notaremos un efecto placebo constante. Conforme vamos conociendo el juego y jugándolo más, nos exigiremos que esos 10 puntos que ganábamos antes ahora sean poca cosa y queramos ganar 20 cada turno. Lo mejor es que el juego ofrece las herramientas para satisfacer incluso a las personas más exigentes.

La interacción entre los jugadores es bastante elevada a pesar de ser un juego multisolitario a nivel estratégico. Tenemos diferentes aspectos que nos harán disfrutar de la interacción: lo esencial, la colocación de los ciudadanos en el tablero. Lo que nos permitirá hacer más o menos y que nos pueden bloquear o hacerlo nosotros si somos lo suficientemente astutos. La ubicación de las calles y los panots, con los que pelearemos por obtener las mejores posiciones y las que ofrezcan más puntos, recursos o las mejores acciones. También en la disputa de los objetivos, tema del que hablaré a continuación. Y finalmente, la ubicación de los pasajeros que deja nuestro tranvía. Ya lo veis, muchos aspectos en los que tendremos que apresurarnos para no quedarnos atrás.

Hablemos de los objetivos, de las fichas de modernismo, el plato fuerte de la puntuación más allá de urbanizar el Eixample. En Barcelona tendremos 3 objetivos comunes que se resolverán a medida que avanzamos en la partida y llegamos a los diferentes puntos de control. En nuestro tablero personal podremos tener hasta 5 objetivos que obtendremos con su acción concreta. Esta versatilidad permite que Barcelona nos recompense con una experiencia de juego única en cada partida, ya que nos tenemos que adaptar a los objetivos comunes y a los que conseguimos durante la partida. Pero no acaba aquí el tema, ya que estos objetivos los podemos mejorar y hacerlos más potentes con un multiplicador. Esta mecánica es la identidad de Dani Garcia y es una de las esencias que encontraremos en sus juegos.

En cuanto a Barcelona, tendremos que aprender sobre la marcha a sacrificar objetivos y focalizar nuestro juego en alguna de las diferentes ramas, intentando maximizar lo que podamos y no querer hacerlo todo porque no será posible. El reto está servido.

Y vamos cerrando la reseña de Barcelona, el debut del autor Dani Garcia, rindiendo homenaje a su ciudad donde tendremos que extender el plan Cerdà y convertirnos en el mejor constructor. Un juego con mucha variedad de estrategias, muchas vías de puntuación que tiene reglas fáciles de aprender, pero hacerlo bien y saber exprimir al máximo nuestros recursos nos exigirá más de lo que parece. Encontraréis conflicto e interacción en muchos puntos del juego, pero nunca represalias, al contrario, recompensas de puntos, recursos y Cerdà por la mayoría de acciones.

Un juego que ya ha cosechado un par de premios y que seguirá creciendo. Una de las grandes sorpresas y buenos diseños que nos ha dejado el 2023.

Jugador Inicial

Enfermo de los juegos de mesa. Me gusta compartir esta afición con mi gente y, de paso, compartirla con cualquiera que tenga interés en los juegos. Me veréis haciendo reseñas, recomendaciones y tutoriales por las distintas redes sociales y la página web.

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