Hoy hablaremos de uno de los juegos que causó mayores sensaciones y más se esperaba su lanzamiento en el pasado Spiel’23. Un juego de autoría italiana que recoge lo mejor de grandes eurogames que hemos tenido en los últimos años y extrae un nuevo juego que nos hará hervir el cerebro. Hablamos de Nucleum, la última novedad de Board & Dice que llega al castellano editado por Maldito Games.
Ficha Técnica
| Personas: | 1 – 4 |
| Duración: | 60 – 150 minutos |
| Edad: | 14+ |
| Complejidad: | Muy alta |
| Idioma: | Castellano |
| Género: | Eurogame |
| Autoría: | Simone Luciani, Dávid Turczi |
| Ilustración: | Andreas Resch, Piotr Sokołowski, Zbigniew Umgelter |
| Editorial: | Board&Dice, Maldito Games |
| PVP: | 70€ |
¿Cómo se juega?
Opinión personal
Cuando Elsa von Frühlingfeld presentó su invento al rey Frederik August II de Sajonia, la gente pensaba que era brujería. Utilizó un elemento aislado de uranio para calentar un recipiente de agua y utilizó el vapor resultante para alimentar un motor que mantenía activo el uranio mediante un proceso que llamó «atomización». Su dispositivo, el Nucleum, inauguró una nueva era de energía y prosperidad durante las próximas décadas. Sajonia pasó de ser una potencia regional menor al centro de la ciencia europea y la ingeniería. Para poder hacer esta reseña, utilicé una copia que la editorial Board&Dice ha cedido muy amablemente al canal.
Diseño y Componentes
Empecemos hablando sobre el diseño y los componentes que hemos encontrado en Nucleum. En primer lugar, no sé si estaréis de acuerdo, pero la portada, solo con verla, me transmite un mensaje de épica como hacía tiempo que no veía en una portada. También es cierto que me dice que tendremos trabajo por hacer una vez comencemos la partida. Una cosa no quita la otra.
Después de montar la partida, veamos cómo funciona la simbología y los componentes.
Nucleum tiene muchos, muchos componentes. Algunos mejores que otros. Por ejemplo, las mejoras de los tableros asimétricos me parecen extremadamente frágiles y firmes candidatos a romperse. El resto de componentes son muy buenos y consistentes, destacando el troquel de doble capa, el cual es un gusto jugar.
En cuanto a la simbología, aquí es donde el juego me transmite un punto agridulce. Si bien es cierto que queda bastante clara, necesita ser consultada frecuentemente en algunas acciones o bonificaciones que pueden llevar a la confusión (principalmente cuando hablamos de descuentos o requisitos de contratos). También las acciones principales pueden generar confusión debido a la similitud entre el símbolo y la acción que representan. La simbología sería el punto a mejorar en un juego 100% independiente del idioma y agradecido en el reglamento para resolver todas las dudas que surgen durante las partidas.
Mecánica
Nucleum es un juego que abarca varias mecánicas, y aquí te explicaré cómo se representa cada una de ellas y el impacto que tienen en el juego. Las mecánicas principales que encontrarás son: Gestión de mano, contratos, redes y desarrollo tecnológico.
La gestión de mano es la esencia principal del juego, lo que nos guiará a lo largo de la partida y marcará el ritmo. Tendremos unas vías en la mano que nos indicarán las acciones que podemos realizar, ya sea en nuestro tablero (y resolver contratos en consecuencia) o en el tablero principal (y ampliar nuestra red y presencia en el tablero). Esta primera decisión es crucial para sobrevivir durante la partida.
Como he mencionado, los contratos (objetivos a cumplir) son una fuente de ingresos en puntos y otros recursos materiales durante la partida. Es la guinda que nos permitirá obtener ese cubo de uranio, la moneda o el meeple necesario para desencadenar algunas acciones más potentes. También nos permitirán desarrollar nuestro árbol de habilidades, que es diferente para cada jugador, haciendo el juego asimétrico y obligando a los jugadores a tomar decisiones respaldadas por las bonificaciones que puedan obtener de su facción. Un estilo de juego que normalmente se añade mediante expansiones y ofrece a los jugadores una facción base, pero en Nucleum lo tenemos directamente en el juego base y no disponemos de ninguna facción base que nos permita jugar en igualdad de condiciones al 100%.
La última mecánica que quiero comentar es la de las redes. Una mecánica que os recordará en buena parte al Brass. En este caso, sin embargo, las reglas son más flexibles y amigables, lo que nos dará más permisividad a la hora de expandirnos por el mapa y poder ir ocupando las diferentes localizaciones. La expansión de la red es crucial en el cumplimiento de contratos y en la energización de los edificios, los cuales nos darán puntos, recursos y fichas de logro.
Experiencia
Nucleum es un juego que necesita algunas partidas para disfrutarse plenamente. Nos encontramos ante un juego asimétrico, donde la satisfacción al final de la partida estará representada en gran medida por lo bien o mal que hayamos podido aprovechar los puntos fuertes de nuestra facción. La curva de aprendizaje para las primeras partidas es difícil y no todo el mundo la aceptará. Pero lejos de esta primera resignación, el juego es fácil de jugar y ese mar de fichas, componentes y reglas, pronto toma forma y se enlazarán entre todos ellos.
Como mencioné antes, Nucleum tiene un sabor a Brass en el sistema de nuestras redes. Este paralelismo no es un impedimento para que aquellos a los que no les guste Brass puedan disfrutar de Nucleum, ya que tienes la libertad de expandirte en cualquier punto del mapa, cosa que no sucede con el juego de Martin Wallace.
Otro sabor de juego que tiene en mi opinión es a Barrage, donde podríamos decir que Luciani se inspiró para el movimiento del uranio hasta llegar a las centrales y las turbinas donde se procesa. Sí que es cierto que no hay la malicia que encuentras en Barrage con las presas, pero la sensación es similar.
Otro aspecto que quiero destacar del juego es la progresión hiperbólica que tiene la partida. Inicialmente parece que no pase nada, que todo sea lento y que tengas tantos turnos que puedas hacer de todo. Nada más lejos de la realidad, el juego coge mucha velocidad en el momento que se está haciendo la segunda recarga y la partida se acelera de golpe, atropellando cualquier estrategia conservadora.
De todas formas, también me he encontrado partidas donde, a pesar de saber que el final estaba a dos turnos como quien dice, se ha alargado excesivamente por el miedo de los jugadores a terminarla y no alcanzar esos puntos que tenían previstos sumar después de hacer unas acciones extra.
Este bloqueo general sería, para mí, el punto más negativo de la experiencia del juego. Sin embargo, se compensa por el buen ritmo que tiene la partida y por lo agradable que es descubrir y explorar las diferentes facciones que el juego ofrece y las formas de jugar que tiene cada una. ¿Habría yo incluido algunas facciones base? Sin duda, para evitar explicar a personas nuevas el funcionamiento de su facción y suavizar un poco la entrada al juego. Creo que se podría haber incluido en la otra cara del troquel de facción.
En definitiva, Nucleum es uno de los grandes juegos que ha dejado el 2023. Un juego duro, exigente pero no tan cruel como otros de la misma escuela. Un juego con sabor a ya clásicos como pueden ser un Brass o un Barrage, que aportarán una bonita nostalgia al jugador más acostumbrado a este estilo de juego. Las personas recién llegadas en este registro disfrutarán de una gran experiencia aunque tener unas facciones neutrales iguales para todos hubiera sido un mejor punto de partida para evitar frustraciones y esta capa extra de gestión en el juego. Las partidas son, en general, acotadas a las dos horas, pero fácilmente se pueden alargar por la pasividad de los jugadores. Estos dos últimos puntos son lo suficientemente cruciales para mí como para no bautizarlo como el mejor juego duro del 2023. Sin embargo, es un grandísimo juego que no os dejará indiferentes.
