El 1260 se descubrió una mina de plata cerca de la actual Kutná Hora. Este hallazgo atrajo a personas de toda Europa hacia esa remota zona de la actual República Checa y, a partir de ahí, construyeron una ciudad que, un siglo después, rivalizaba en importancia y protagonismo con Praga. Todo esto gracias a la extracción de plata en esas minas que fueron explotadas durante varios siglos.
El juego de Kutná Hora representa el espíritu de esa época y tendremos que gestionar el dinero que tengamos para enriquecernos al máximo, todo ello emulando lo que fue esa época plateada de la historia.
Ficha Técnica
| Jugadores: | 2 – 4 |
| Duración: | 30 minutos por persona |
| Edad: | 13+ |
| Complejidad: | Media – Alta |
| Idioma: | Castellano |
| Género: | Eurogame |
| Autores: | Ondřej Bystroň, Petr Čáslava, Pavel Jarosch |
| Ilustración: | Roman Bednář, Štěpán Drašťák, Dávid Jablonovský, Jakub Politzer, Milan Vavroň |
| Editorial: | Devir |
| Precio: | 59,95€ |
¿Cómo se juega?
Opinión personal
Hoy toca hablar de un juego que fue presentado en la feria de juegos de mesa de Essen, la Spiel, el pasado 2023. Un juego que ha generado opiniones diversas en las redes sociales. Es por eso que quiero acercarles el juego de la manera más cercana posible para que tengan una idea antes de decidir si el juego puede encajarles o no.
Para hacer esta reseña, he utilizado un juego que me proporcionó Devir y pude realizar varias partidas con todos los números de jugadores posibles.
Diseño y Componentes
El primer mensaje que transmite el juego es seriedad y oscuridad. Es un juego con una paleta de colores que va del gris al negro en general, y solo los gremios (de los que hablaré más adelante) le dan colorido. Personalmente, la portada del juego no me atrae, pero lo encuentro muy elegante una vez abierto sobre la mesa. Los detalles brillantes en el tablero le dan un encanto especial.
En cuanto a los componentes, estamos ante la línea de Chech Games Edition, la editorial madre, que produce componentes bien diseñados pero con una calidad de troquelado bastante justa. En este caso, observamos que los marcadores de precio de los productos se desgastarán con la primera partida debido a la fricción. Lo mismo ocurre con las piezas del rompecabezas que forman el tablero principal. En general, es un aspecto que la editorial checa debería revisar.
No obstante, la parte positiva es la introducción de los componentes «RE-Wood». Se trata de un nuevo material creado a partir de madera reciclada junto con un aglutinante que permite fabricar componentes con un tacto único y mucha definición. Puedo corroborarlo.
Para finalizar, hablemos de la simbología. En general, es clara y no genera dudas, excepto en la catedral de Santa Bárbara, que al ser acciones especiales y únicas en el juego, nos tocará revisar frecuentemente la hoja de ayuda, la cual está muy bien explicada en el juego.
Mecánica
Las mecánicas que encontramos en Kutná Hora son diversas. La más importante y que será el nexo con nuestra partida es la gestión de la mano. Disponemos de 6 cartas con dos acciones cada una. En cada ronda jugaremos 5 cartas (2/2/1 cada turno) y deberemos elegir qué carta jugar en cada caso. Hacer un mal turno puede ser un detonante para encadenar malos resultados, así que es vital que juguemos las cartas cuándo y cómo toca para no quedarnos rezagados en la carrera.
La segunda mecánica claramente presente en el juego es la gestión económica, que es el único recurso del juego. Uno de los aspectos más importantes en esta gestión es que una persona puede arruinarse al inicio de la partida y, si no ha producido recursos, quedar fuera de juego por el simple hecho de no tener dinero. Cruel pero beneficioso si alguien lo hace. El resto, como en cualquier juego de gestión económica, se aprecia un efecto bola de nieve donde cada acción de ingresos que realizamos veremos el fruto de las acciones previas que nos habrán permitido maximizar la producción de recursos.
Las mecánicas que encontrarás a nivel de tablero son la colocación de losetas en la ciudad y en la mina. Una mecánica que será el grifo de una importante cantidad de puntos y el cimiento de nuestro desarrollo. Este desarrollo lo encontraremos también en nuestro tablero, donde, a partir de construir edificios, obtendremos más recursos para tener mejores ingresos y, al mismo tiempo, jugosas bonificaciones.
Finalmente, la mina puntúa con un sistema de mayorías semi colaborativo en el que, entre todos, haremos puntuar en mayor o menor medida cada fila de la mina. Quien tenga estrellas participará en la puntuación y obtendrá puntos según la posición clasificatoria.
Experiencia
Kutná Hora me ha dejado un buen sabor de boca. Un eurogame exigente a la hora de optimizar las acciones pero también amable para entrar a jugar. Tiene una curva de aprendizaje breve debido a su simplicidad dentro de su complejidad. Lo he podido enseñar y he disfrutado jugando: risas, debates e incluso reproches por hacer o no una acción determinada. Es todo lo que le pedía al juego y lo ha cumplido perfectamente.
Partimos de muchas posibles combinaciones tanto en gremios como en minas predefinidas gracias a un montón de cartas que nos ayudarán durante la preparación de la partida.
Me ha gustado la sensación de dominio que tienes en diferentes facetas del juego. Primero de todo, el mercado de edificios fluctuará a medida que vamos comprando edificios y la pila de ese tipo pase a ser la más cara de la fila. Esto implica que si mi gremio es el más barato, yo (y quien tenga el gremio) decidirá abaratar el costo de adquirir los otros edificios de la fila. Adicionalmente, construir un edificio de gremio impacta directamente en el precio del mercado de ese producto, tanto para la compra como para la venta (sobre todo para la madera y los permisos). Podemos optar por ser un poco murmuradores.
También encontramos interacción en la adjudicación de terrenos y la mina. Una elegante manera de crear un campo de batalla donde solo los más rápidos, previsores y planificadores podrán extraerle todo el jugo posible.
Concluyo esta reseña de Kutná Hora categorizándolo como un buen juego que se queda a medio camino entre un juego complejo y un familiar plus. Con componentes bonitos pero de calidad mejorable, especialmente el troquel. La innovadora mecánica del mercado fluctuante con las cartas es muy interesante aunque puede resultar molesta para los más meticulosos. Un juego que divierte por la gran interacción, con diferentes estrategias a seguir que terminan reuniéndose en el mismo punto. ¿Conseguiréis hacer la fortuna necesaria para vencer a vuestros oponentes?
